Rajoy no dudó en octubre, cuando el Gobierno tomó las medidas para facilitar los créditos, en tachar a los banqueros de "amiguetes" del presidente, tras la reunión de Zapatero con las principales entidades financieras. La utilización del término amiguetes para referirse a este gremio (novedoso en el vocabulario de un líder de derechas) sorprendió e irritó a los aludidos. Así se lo hicieron llegar al entorno de Rajoy, según fuentes del partido. El líder de los populares rebajó el tono del mensaje, aunque no dejó de reclamar transparencia en las ayudas cuando anunció que, finalmente, apoyaría a Zapatero.