Mientras la mayoría de reacciones tras la puesta en libertad de Iñaki de Juana Chaos coincidieron ayer en la necesidad de una reforma de la legislación que impida a este tipo de delincuentes convivir con las víctimas, un cargo del Gobierno vasco se descolgó con una afirmación en la que otorgaba, cara a los familiares de asesinados por ETA, un mayor poder dañino a la prensa que al terrorista.

El adjunto a la dirección de la Oficina de Atención a las Víctimas del Terrorismo, Txema Urkijo, aseguró que le "consta" que la mayor parte de las víctimas que residen cerca de donde vivirá ahora el exrecluso, "están más preocupadas y agobiadas por la presión mediática que por la propia presencia de De Juana".

Por su parte, la Unión de Guardias Civiles consideró "excesiva" la protección que el cuerpo brindó a De Juana tras su salida de prisión.