Los Reyes fueron agasajados ayer en el palacio imperial por los emperadores de Japón, Akihito y Michiko, en el primer acto importante de su visita de Estado. Por la mañana, los emperadores recibieron a los Reyes a las puertas del palacio, donde la emperatriz Michiko y la reina Sofía se saludaron besándose, un gesto inusual si se tiene en cuenta que la etiqueta japonesa lleva a evitar el contacto físico.

Acompañaban a los emperadores el príncipe heredero Naruhito y su esposa, la princesa Masako. Es la primera vez en cinco años que Masako, que sufrió una depresión nerviosa, acude a un acto de este tipo.

Tras escuchar los himnos nacionales y pasar revista a una compañía de la guardia en los jardines del palacio, los Reyes fueron saludados por alumnas del colegio que las Esclavas del Sagrado Corazón tienen en Tokio. Después, ambas parejas mantuvieron una reunión privada en el palacio. Los Reyes asistieron luego a un encuentro entre empresarios españoles y japoneses, y por la noche regresaron al palacio, donde los emperadores les ofrecieron una cena, a la que asistió el primer ministro, Taro Aso. Hoy inaugurarán oficialmente la sede del Instituto Cervantes de Tokio, la más grande del mundo, que ya lleva funcionando un año, y el jueves clausurarán el seminario Presente y futuro de la lengua española en Japón, en la Universidad de Estudios Extranjeros. Varias fuentes cifran en 400.000 los estudiantes de castellano en Japón.