El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, despidió ayer al general José Antonio García González como jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra (Jeme) con un elogio al "honor y la lealtad" con que ha realizado su labor, y presidió el juramento de su sucesor, el general Carlos Villar Turrau, confiando en su capacidad técnica, preparación y conocimiento del conjunto del Ejército. En el relevo en la cúpula militar Alonso destacó "el cambio de conductor, pero no de dirección, hacia unas Fuerzas Armadas más eficaces, profesionales y operativas al servicio de los españoles".

La sustitución de García González por Villar Turrau tuvo dos partes: la jura del nuevo Jeme en el Ministerio de Defensa, que estuvo presidida por el ministro y a la que asistió la cúpula militar y los altos cargos del departamento, incluido el director del Centro Nacional de Información (CNI), Alberto Saiz, y la entrega del bastón de mando en el cuartel general. Ni en el ministerio ni en el cuartel general hubo sorpresas.

El Jeme saliente no mostró el menor signo de rencor contra los responsables políticos, a pesar de los reproches que ha recibido por su complicidad con el exjefe de la fuerza terrestre, José Mena, quien se manifestó contra el proyecto del Estatuto catalán y amenazó con la intervención militar. Al contrario de su antecesor, Luis Alejandre Sintés, que no asistió a su relevo cuando fue cesado por el ministro José Bono a raíz del caso Yak- 42 , García González acudió a su relevo y se mostró amable y distendido.

SORPRESA El general García González confesó que no esperaba el cese y dijo que cuando se lo comunicaron, el jueves por la noche, tuvo "momentos de desazón" y durmió "muy mal". Pero ayer recomendó a su sucesor, Villar Turrau, del que se confesó amigo desde los años 60 (los dos estuvieron en la Brigada Paracaidista), que mirara hacia el futuro.