Tras la rendija abierta el miércoles entre Pasqual Maragall y Artur Mas para desbloquear el nuevo Estatuto catalán, Josep Lluís Carod-Rovira acudió ayer a su entrevista con el presidente de la Generalitat con una treintena de propuestas redactadas bajo el brazo que, según el líder de ERC, pueden conjugar las aspiraciones de PSC y CiU en la reforma y atienden a la vez las objeciones hechas por el Consejo Consultivo sobre los puntos de inconstitucionalidad del texto actual.

Carod aseguró, sin mostrar el detalle de sus propuestas, que "la salida sensata y racional" que presenta ERC tiene como objetivo que ninguna fuerza política halle "el pretexto" para decir no al nuevo Estatuto. Tras entregárselas a Maragall, ERC las hará llegar hoy al resto de partidos catalanes, con la excepción del PP.

CAPACIDAD NORMATIVA En la hora y media que duró la entrevista, el presidente catalán insistió a Carod en la necesidad de acatar a rajatabla las recomendaciones del Consultivo. El argumento que empleó es que ello permitirá prestigiar el autogobierno de Cataluña, dado que de órganos consultivos que dictaminan sobre la pulcritud jurídica de un texto legislativo sólo disponen algunos estados.

ERC está dispuesta a atender las observaciones del Consultivo como renunciar a que la Generalitat tenga toda la capacidad normativa sobre los impuestos o suprimir el tope del 50% en el porcentaje del rendimiento de los impuestos que pagan los catalanes que se entregará al Estado.

Para superar las cuestiones de inconstitucionalidad más delicadas, como el blindaje de las competencias a través de la alusión a los derechos históricos, ERC presentó a Maragall más de un posible redactado alternativo. El listado de esos derechos podría reducirse, pero ERC se opone a no mencionarlos en absoluto.

El presidente catalán también insistió en no vincular el Estatuto a las reformas constitucionales, lo que Carod pareció aceptar. También coincidieron en que la modificación de las leyes orgánicas del Estado que pueden diluir el contenido del Estatuto debe negociarse a parte. "Paralelamente", según Carod, y en una segunda etapa, según Maragall.

En el debate sobre la reforma catalana también terció ayer el Gobierno central, que advirtió de que el blindaje de la nueva financiación catalana que negocian el PSC y CiU no superará el filtro del Congreso. El aviso, casi un pronóstico de seguro cumplimiento, lo lanzó el Gobierno tras conocer el acuerdo alcanzado la víspera por Pasqual Maragall y Artur Mas para desbloquear uno de los nudos más intrincados de la reforma estatutaria. La vicepresidenta, Teresa Fernández de la Vega, se opuso a que Cataluña blinde su financiación porque el nuevo sistema deberá acordarse "entre todos" los territorios.