El vicepresidente catalán y expresidente de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, recibió con gran disgusto en Japón, donde se encuentra de viaje oficial, la noticia del grito de "muera el Borbón" que profirió el diputado republicano Joan Tardà en un acto de las juventudes del partido independentista, el sábado. Carod rechazó la petición de este diario de comentar la actuación, pero, preguntado por cómo encajaba el grito del diputado en el modelo de partido que él propugna para ERC, se limitó a decir: "Evidentemente, no casan".

Hoy hace dos semanas, Carod dio una conferencia en Barcelona para reafirmar su ambición de repetir como candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat en el 2010. Pero condicionó su aspiración (que choca con la de Joan Puigcercós, presidente actual de ERC) a una "refundación" de ERC como partido inequívocamente de gobierno. "No un movimiento, ni un colectivo de agitación, ni una organización extraparlamentaria basada en extremismos, en excentricidades y en el no a todo; yo quiero un partido político de gobierno, con vocación de mayoría, que busca situarse en el centro de la escena política con el fin de modificar el curso de la historia", manifestó Carod.

Y llamó explícitamente a ERC a desterrar el antiespañolismo: "Mucha gente tiene un sentimiento identitario múltiple. Hay muchos españoles que también se sienten catalanes. No nos cerremos puertas. Que cada uno se sienta como quiera. Lo importante es que nos una el sentimiento catalán".

EL ECO, EN JAPON Carod y el presidente de la Generalitat, José Montilla, comentaron ayer este asunto en Tokio. Ambos coincidieron en el rechazo a la actuación de Tardà, según fuentes conocedoras de la conversación. El vicepresidente incluso comentó que Esquerra no gritó esa consigna ni en 1931, el año en que cayó la monarquía y fue proclamada la segunda república.

Montilla también rehusó hacer declaraciones, aunque fuentes próximas al presidente de la Generalitat recordaron que este considera a Tardà una persona noble e incapaz de perjudicar a nadie, pero que habla como si aún militara contra la dictadura.

El presidente del Congreso, José Bono, también coincidió ayer en que Tardà "no es un desalmado". Lo dijo tras recibir una llamada del diputado republicano, tras la cual reiteró su disculpa por el carácter "impulsivo" y "primario" de Tardà. El secretario general de ERC, Joan Ridao, culpó de la polémica a la "derecha mediática" y al PP y la dio por zanjada.