El exsecretario general del PCE Santiago Carrillo aseguró ayer que "fue un milagro" que se mantuviese el régimen democrático en la intentona golpista del 23-F, y subrayó que se frustró gracias a la intervención del Rey.

Carrillo realizó esa afirmación en un acto celebrado en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid con motivo del 25º aniversario del golpe del 23 de febrero de 1981, que fue interrumpida por unos pocos ultraderechistas que insultaron a Carrillo, al que llamaron "asesino".

En respuesta a esos insultos, Carrillo dijo que "la democracia no aplicó ninguna pena de muerte y no colocó fuera de la ley a ningún partido de los que habían personalizado el franquismo", y añadió que "los que más sufren son ellos, que no pueden resignarse a ver que hay libertad en España".

Carrillo recordó que en la trama golpista estuvieron implicados una serie de altos mandos del Ejército, aunque subrayó que si el golpe no prosperó fue "por la intervención del Rey y de un grupo de jefes militares dignos de todo respeto, a la cabeza de los cuales hay que poner a Gutiérrez Mellado".

El dirigente comunista defendió también el papel que tuvo el expresidente de Gobierno Adolfo Suárez durante la transición.