Lo de menos era Andalucía. Mariano Rajoy aprovechó ayer el pleno para la toma en consideración del proyecto de Estatuto de Andalucía para cargar contra el texto básico catalán y acusar a José Luis Rodríguez Zapatero de obligar a los socialistas andaluces a fabricar un "apaño" como "coartada a la incompetencia catalana". La Carta andaluza pasó el primer examen del Congreso con la única oposición de los populares y provocó otro pulso entre el presidente del Gobierno y el líder del PP a cuenta del Estatuto catalán. Zapatero utilizó la tesis del PP de que ambos textos son gemelos y concluyó que Rajoy no puede apoyar el andaluz para no verse obligado a legitimar el catalán.

En un discurso muy duro, el líder del PP afeó a Zapatero "utilizar a Andalucía para disimular lo ocurrido en Cataluña", porque "al extender la torpeza confían en que resulte menos escandalosa". "Es como teñir de negro una prenda para borrar las manchas", señaló.

Unos minutos antes, Zapatero había ofrecido a Rajoy hasta en cuatro ocasiones sumarse al acuerdo en la tramitación parlamentaria del texto. El presidente advirtió al PP que no hacerlo "sería tropezar dos veces en la misma piedra", en referencia a la oposición del Gobierno de UCD al referendo del actual Estatuto de Andalucía en 1980.

INDIGNACION DE LA IZQUIERDA La dureza de Rajoy en sus críticas al proyecto andaluz indignó a los representantes socialista y de IU del Parlamento autonómico, que dirigieron su réplica solo al líder del PP. Rajoy dedicó la mitad de su discurso a cargar contra Zapatero, con palabras tan duras como "frívolo, irresponsable, aficionado, errático e incoherente", para concluir que "no hay que tomar en serio lo que dice" porque carece de "proyecto de reformas estatutarias".

La otra mitad de la intervención fue un alegato contra el Estatuto catalán a cuenta de la reforma andaluza, que era la que se discutía. Rajoy insistió en su tesis de que el presidente del Gobierno está "empecinado" en "alterar la estructura de la nación" y dijo que el texto andaluz "continúa el debilitamiento del Estado y el cambio de régimen constitucional de 1978" que a su juicio inició la reforma catalana.

"¿Es tan bueno el catalán que había que tomarlo como modelo?", se preguntó retóricamente el líder del PP. "Al contrario, arrancó mal, se ha desarrollado peor, ha salido cojeando, se ha cargado el tripartito, divide a los catalanes y no ha resuelto nada", se respondió.

Cuando por fin se centró en el texto a debate, el andaluz, criticó que solo cuente con el apoyo del 60% del Parlamento de Andalucía y que ello le convierta en el menos acordado de cuantos se han reformado en las Cortes. Para argumentar el voto negativo del PP a la admisión a debate, acusó al PSOE de "cambiar en 24 horas" el texto inicial sobre el que había "una posibilidad" de acuerdo, con la incorporación de 130 enmiendas "fusiladas del Estatut catalán".

"ABERRACION JURIDICA" Rajoy concluyó con "la guinda" de la "aberración jurídica" que, a su juicio, es la definición de Andalucía como "realidad nacional". "Los andaluces no salen de su pasmo", ironizó. Pese a todo, Rajoy no cerró la puerta a que su partido se sume al debate en comisión del Estatuto.