El nuevo presidente del PP, Pablo Casado, ha reiterado su posición contraria a la eutanasia y su propuesta de volver a una ley del aborto de supuestos como la aprobada en 1985 por el Gobierno socialista de Felipe González porque los plazos de la ley actual de interrupción del embarazo le parecen "excesivos".

"Creo que los plazos que se trazaron en la ley de José Luis Rodríguez Zapatero son excesivos. Yo considero progresista defender la vida y sobre todo las políticas de natalidad y de ayuda a las mujeres que quieren ser madres, que ninguna mujer se vea ante el abismo de tomar esa decisión por causas socioeconómicas o de presiones familiares", ha precisado Casado este lunes en una entrevista en 'COPE'.

A su juicio, "cualquier país serio tiene que apostar más, incluso presupuestariamente, por ayudar a las mujeres en esa tesitura, en esas dudas, antes que destinarlo directamente a una ley" de interrupción del embarazo. Según ha puntualizado, actualmente "se destinan diez veces más" a este tipo de políticas que a las de maternidad.

Además, ha precisado que no se trata de "una cuestión religiosa" sino de situarse en línea con "los principios que conectan con los países más desarrollados y de todo signo político", más aún teniendo en cuenta la situación de "invierno demográfico" que, a su juicio, afecta a Europa y, en concreto, a España.

"No estoy haciendo un eje de políticas de derechas o religiosas porque esto es la ley de Felipe González y las leyes que ya se han aprobado en autonomías de todo signo político. Creo que son los principios que conectan con los países más desarrollados y de todo signo político, más en un invierno demográfico que sufre Europa y, en especial, España", ha subrayado.

Por ello, propone volver, en materia de aborto, a una ley de supuestos como la 1985 sobre la que había "consenso" y que "fue respetada por los gobiernos de José María Aznar".

Por otro lado, Casado ha reiterado su posición "en contra de la eutanasia" y de legislaciones como la de los Países Bajos, donde es legal. Además, ha precisado que su postura es "compatible con las legislaciones autonómicas que ya se han aprobado en España en materia de testamento vital y de prohibición de la distanasia o encarnizamiento terapéutico".

Para el nuevo presidente del PP no se trata de "una cuestión religiosa" sino de "un debate innecesario y divisorio" pues en España "una familia ya puede decidir que su ser querido no sea mantenido con vida de forma artificial".