Pablo Casado tiene un “pálpito”, aseguran sus asesores. Siente algo parecido a lo que experimentó “en las primarias y en Andalucía”, cuando, contra todo pronóstico, se impuso a Soraya Sáenz de Santamaría y el PP consiguió la presidencia de la Junta de Andalucía tras pactar con Ciudadanos y Vox. El candidato popular a la Moncloa ha pedido a su equipo que no se crea los sondeos que vaticinan una debacle que les haría despeñarse de los 137 escaños actuales hasta por debajo de los 80 escaños, porque con un 41,6% de indecisos, según el último CIS, “es imposible extrapolar los resultados”.

Casado considera que entre los electores que no aclaran a los encuestadores qué harán el 28 de abril se encuentran miles de simpatizantes del PP que "se están regodeando con eso de que tienen tres opciones entre las que elegir" en la derecha (en referencia también a Cs y Vox), pero que a la hora de la verdad se decantarán por su partido, porque es el “valor seguro”, como dice el lema de la campaña. En Génova descartan que ese voto oculto corresponda al partido ultra, porque “ser de Vox está de moda”.

"En plena remontada"

Por esa "seguridad" que quiere transmitir, tras "cuatro semanas" en las que el aspirante popular se ha dedicado a “repartir zascas” al partido naranja, a los ultras y a Pedro Sánchez, ahora se muestra como un candidato “más propositivo”, desgranando en las últimas jornadas sus propuestas económicas, de sanidad y de educación, entre otras, y modula su tono, como le han aconsejado desde Génova.

A su cuartel general llegan los trackings diarios que analizan el impacto de sus mensajes (tanto los suaves del Hormiguero como el de las “manos manchadas de sangre”), así como estudios concretos sobre la imagen que se han formado de él los ciudadanos después de estos nueve meses presidiendo el partido. ¿Logrará que esa actitud más templada y “propositiva” se imponga? En los últimos días, Casado ha insistido en que el PP “es un partido de concordia, de apertura, moderado centrista, reformista, que quiere servir a todos”. Así lo dijo este domingo en el Cigarral de las Mercedes, en Toledo. A las más de mil personas congregadas en un acto al aire libre les pidió que sonrían, que estén contentas. “Estamos en plena remontada. Vamos a sumar, vamos a ganar, vamos a gobernar y vamos a recuperar de una vez por todas el futuro que una vez más la izquierda está poniendo en riesgo”, exclamó después de recordar que en el 2015 algunos sondeos también auguraron el hundimiento del PP frente a la expansión de Ciudadanos. Finalmente, en las generales de noviembre, Mariano Rajoy obtuvo 123 diputados y Albert Rivera, 40.

En Cataluña, Casado se muestra igual de optimista. Tampoco acaba de creerse que los populares vayan a caer de seis escaños a dos, tal como señaló el sondeo de EL PERIÓDICO. "No hay más que ver a Cayetana Álvarez de Toledo para saber que el PP está en plena forma", declaró en una entrevista en la cadena COPE.

Solo falta una semana para que se abran las urnas y comprobar el impacto de los debates y quién se escondía detrás del 40% de indecisos.