El presidente nacional del PP, Pablo Casado, criticó ayer que «aquellos que no condenan» el asesinato de Gregorio Ordóñez «no pueden ser interlocutores políticos, ni pueden poner gobiernos». Casado se desplazó ayer a San Sebastián para asistir a la inauguración de la exposición Gregorio Ordóñez. La Vida Posible, con la que la fundación que lleva el nombre del expresidente del PP de Guipúzcoa le homenajea en el 25 aniversario de su asesinato. Además, pidió al lendakari, Iñigo Urkullu, también presente ayer en la inauguración, que no reclame el acercamiento de más de 200 presos de la banda que «no se han arrepentido», ni colaborado para esclarecer 300 crímenes de ETA todavía sin aclarar, como el del dirigente popular Gregorio Ordóñez. También apeló a la recuperación de la «unidad de los demócratas» para defender “la dignidad” de las víctimas porque «a Goyo le mataron por ser del PP, pero también mataron a concejales del PSE-EE, de UPN y a cualquier trabajador o persona que les molestara».

Durante el acto, su viuda, Ana Iribar, lamentó que el discurso de ETA siga siendo «efectivo y válido» 25 años después, lo que, en su opinión, supone que algo se ha debido «hacer mal o dejado de hacer bien». Por ejemplo, criticó que Otegi sea diputado.