El presidente del PP, Pablo Casado, ha recogido las turbulencias generadas por las pabras matinales de la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, en las que se mostraba “partidaria de un indulto” para los políticos presos por el ‘procés’, para dar una vuelta más de tuerca al conflicto catalán. Casado explicó en Twitter que el lunes su partido registrará en el Congreso una proposición de ley para prohibir los indultos a los condenados por rebelión y sedición.

En el mismo mensaje, Casado no ocultó el motivo de tal propuesta y apuntó que “El golpe al Estado perpetrado por los independentistas no puede quedar impune por culpa de un presidente del Gobierno que le debe su cargo a los que quieren romper España”.

Todo ello porque Cunillera, en una entrevista al programa 'El Suplement' de Catalunya Ràdio, aseguró que "si se pide el indulto, yo soy partidaria. Pero lo han de pedir".

Más tarde, la delegada del Gobierno en Cataluña aclaró que "cualquier especulación sobre lo que deba suceder después de la sentencia es prematura". En un comunicado, ha reafirmado su "respeto a la independencia judicial y a la separación de poderes", tras expresar en una entrevista radiofónica que es partidaria de conceder un indulto a presos soberanistas que serán juzgados por el Tribunal Supremo después de la sentencia y si estos lo piden.

MATIZ DEL GOBIERNO

Las palabras de Cunillera fueron, posteriormente, reconvenidas por el Gobierno y criticadas por el PP y Ciudadanos. La ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, aseveró que “el Gobierno expresamos todo el respeto a las decisiones judiciales y, en cualquier caso, no anticipamos escenarios que no sabemos cuándo se darán y si se darán".

Preguntada por una posible condición en la negociación de los presupuestos generales, la ministra socialista ha señalado que "los partidos políticos harían bien en decidir su voto en función del contenido" de las cuentas.

También la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha asegurado que "no ha lugar" a hablar de posibles indultos cuando aún si siquiera se han celebrado los juicios por el "procés".

Ya antes de lanzar su propuesta, el propio Casado había considerado "muy grave" que varios ministros y la delegada del Gobierno en Cataluña vayan contra el trabajo de los jueces, y ha recalcado que urge cambiar al Gobierno porque "está claro" que es "rehén" de los independentistas.

"No puede ser que el ministro de Asuntos Exteriores [Josep Borrell], que la ministra de Política Territorial [Meritxell Batet] y que la delegada del Gobierno estén yendo contra lo que hacen los jueces, la seguridad jurídica y, lo que es más grave, la propia unidad de España y el respeto a la legalidad", ha advertido.

Para Casado, esta actitud del Gobierno se está llevando también al ámbito internacional, donde se está "jugando" con la imagen de España y su credibilidad.

Y advirtió de que no admitirá que ningún tribunal regional alemán o belga se dedique a "enmendar la plana" a la Constitución, al ordenamiento jurídico español y a sus jueces. "Ni con un rapero que humilló al rey de España ni con un prófugo de la justicia como Puigdemont", ha afirmado.

Según el presidente del PP, ya no hay margen de maniobra con los nacionalistas y es necesario volver a aplicar el artículo 155 de la Constitución en Cataluña "el tiempo que haga falta y con la extensión necesaria".