La Audiencia de Barcelona ha condenado a Convergència Democràtica (CDC) por haber percibido comisiones de la constructora Ferrovial, a través del Palau de la Música, a cambio de la adjudicación de obra pública en los últimos Gobiernos de Jordi Pujol, según el fallo que se ha hecho público este lunes. El tribunal de la Sección 10 acuerda el decomiso de 6,6 millones de euros. Al extesorero del partido, Daniel Osàcar, se le ha impuesto una pena de cuatro años y cinco meses de prisión. Los directivos de la constructora han resultado absueltos por la prescripción del delito. [Sigue las últimas noticias sobre la sentencia del caso Palau en directo.]

La sentencia relata que el expresidente del Palau, Félix Millet, y su mano derecha, Jordi Montull, también condenados, mediaron para establecer y poner en marcha un sistema que permitió que la empresa Ferrovial pagara comisiones a CDC a cambio de la adjudicación de obras públicas por parte de la Generalitat determinados ayuntamientos en manos del partido. Por ello, los dos exmáximos responsables de la entidad cultural pactaron primero con el extesorero convergente, Carles Torrent, fallecido en el 2005, y después con su sucesor, Daniel Osàcar.

En ese entramado, según los magistrados, contribuyó Gemma Montull, que era la directora financiera del Palau. Para el desembolso de comisiones, los exdirectivos de la entidad "pusieron a disposición de los directivos de Ferrovial y miembros de CDC toda la esructura económica del Palau de la Música, para que estos pudieran ocultar el pago y cobro, respectivamente," de dichas cantidade, bajo "la forma de patrocinio los primeros y bajo la de convenios de colaboración y pago de facturas por servicios no prestados" para el auditorio los segundos.

Las comisiones que Ferrovial y CDC pactaron que pagaría la constructora eran del 4% del importe total del importe de las adjudicaciones de las obras públicas. El 2,5% era para el partido y el 1,5% para Millet (1%) y Montull (0,5%). Este acuerdo, indice la resolución, se mantuvo "ininterrumpidamente" desde antes de 1999 hasta el 2009, cuando los Mossos d'Esquadra registraron el auditorio barcelonés en busca de pruebas sobre el saqueo de la entidad.

Los pagos de Ferrovial a CDC llegaban, según el tribunal, de forma "enmascarada" y, para ello, se hacía servir la "estructura jurídico-financiera" del Palau, que los exdirectivos ahora condenados "ponían a disposición" para esta operación. Desde principio del 1999 hasta julio del 2009, el total de comisiones satisfechas al partido ascendió, como mínimo, a 6,6 millones de euros, que es la cantidad que el tribunal ordena decomisar. A través de este mecanismo, Millet y Montull lograron 3,5 millones de euros. CDC tiene 15 sedes embargadas cautelarmente, pero su valor es solo de 3,2 millones de euros, con lo cual falta 3,4 millones para cubrir tota la cantidad. Sin embargo, cabe recurso ante el Tribunal Supremo.

La cañería

"El Palau de la Música era la cañería por la que transitaba el dinero que Ferrovial quería hacer llegar a CDC". El fiscal Emilio Sánchez Ulled dejó ir a bocajarro esta frase en la segunda parte de su informe final del juicio que acabó el 16 de junio del 2017.

Una de las pruebas que el tribunal valora en la sentencia son los documentos hallados en el registro del Palau el 23 de julio del 2009. La fiscalía sostiene que estos papeles indican que Ferrovial pagó comisiones a CDC, a través de la entidad, a cambio de obra pública. Una hipótesis reforzada en el juicio por el pacto sellado entre el fiscal y la defensa de Jordi Montull y de su hija Gemma. Millet no quiso quedarse solo y, al final, también se apuntó al carro de las confesiones.

La confesión

Durante el juicio, Millet y Gemma Montull se explicaron con claridad: "Ferrovial hacía donaciones al Palau para que el dinero fuera a pagar a CDC a cambio de obra pública. Eso no lo dije en mi confesión del 2009, pero es la verdad", admitió el que fuera máximo responsable del Palau de la Música. Gemma, que ocupaba el cargo de directora financiera, ratificó el desvío de fondos al partido. Y su padre insistió y recordó que "las comisiones pasaron del 3% al 4% porque CDC quería más dinero". El terremoto alcanzó a Carles Torrent, quien fue tesorero de CDC hasta el 2005, cuando falleció, y a su sustituto en el cargo, Daniel Osàcar, y a quien el expresidente del Palau señaló como el "Daniel" que figura en un documento sobre el reparto de comisiones.

El independentismo, incluido el PDECat, sucesor de CDC, se ha desmarcado desde el primer momento de aquella Convergència de Jordi Pujol y ha cerrado filas en torno a que era otra época y que la corrupción es historia.