Hacer cosas cuanto antes. Poner en evidencia que se cumplen las promesas electorales desde el primer momento. Esos son los empeños de José Luis Rodríguez Zapatero. En las dos semanas que lleva el líder del PSOE al frente del Ejecutivo, ya ha tomado varias decisiones que suponen un giro radical con respecto al inmediato pasado.

La primera, la orden de hacer regresar las tropas españolas en Irak, ya parcialmente ejecutada. La premura con la que el presidente tomó la decisión sirvió de blanco de críticas por parte del PP y provocó un suspiro de alivio entre los aliados del PSOE.

A esa decisión siguieron otras señales del giro copernicano en política exterior, con las visitas a Marruecos, Berlín y París.

En la vertiente interior, el Gobierno ha puesto en marcha la elaboración de la ley contra la violencia doméstica, ha paralizado el Plan Hidrológico Nacional y la ley de calidad de la enseñanza; ha reabierto el diálogo con las autonomías y ha iniciado la renovación democrática.

Fuera de Irak y cerca del núcleo de la UE

La salida inmediata de las tropas de Irak, además de dar la señal de que cumple su palabra, sirvió a Rodríguez Zapatero para empezar con fuerza el giro radical en política exterior que pretende sea la seña de identidad de su Gobierno. El gesto sirvió para satisfacer a las bases y ayudó a abrir los brazos de los gobiernos de Alemania y Francia, que acabaron por acoger al nuevo presidente en el seno del eje franco-alemán, núcleo duro de la Unión Europea.

El presidente dedicó su primer viaje exterior a visitar al rey de Marruecos, Mohamed VI. El viaje fue un éxito completo. El clima de buen entendimiento desbloqueó la situación heredada del Gabinete de José María Aznar, que había llegado al clímax del enfrentamiento.

La reciente visita del presidente a Alemania y Francia completó la nueva senda de la política exterior española. Rodríguez Zapatero quiere estar en el núcleo duro de la UE y sus máximos representantes, Gerhard Schröder y Jacques Chirac, están de acuerdo.Pasos contra la violencia machista

La ley integral contra la violencia doméstica, prometida hasta la saciedad por Zapatero en la campaña y en el debate de investidura, ha dado sus primeros pasos. Para cumplir el compromiso expresado por el presidente ante el Parlamento de estudiar el proyecto "en el primer Consejo de Ministros ordinario" que celebrara su Ejecutivo, el Gobierno se ha visto obligado a aprobar un mero informe que aún no ha trasladado a las organizaciones de mujeres que deben implicarse en el proyecto.

Ha sido sobre todo una demostración de intenciones, pero, al menos, ha servido para iniciar el trámite de aprobación. Si el cumplimiento de promesas continúa, la del ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, al término de ese primer Consejo de Ministros ordinario es que la ley llegue al Parlamento para su discusión antes del 30 de junio.La ley de calidad, paralizada

Los chavales que empiecen curso en septiembre del 2005 no lo harán bajo la ley de calidad de la enseñanza, la polémica LOCE. El segundo Consejo de Ministros ordinario del Gobierno de Zapatero se ocupó de anunciar el decreto de paralización de la aplicación de esa ley para este mismo mes de mayo. El decreto no derogará la ley al completo sino que suspenderá la puesta en marcha de aquellos aspectos más polémicos.

En resumen, Zapatero ha cumplido también una de sus más aplaudidas promesas electorales. Que la educación pública sea laica. Le falta por lograr que sea, además, "de lujo", como prometió durante la campaña para el 14-M.Un trasvase camino de ser borrado

Cuando Zapatero anunció en el debate de investidura que su Gabinete derogaría el artículo del PHN que autoriza el trasvase del Ebro, en el delta de ese río reaccionaron con incredulidad. No sólo se iban a paralizar las obras sino que la obra se borraba para siempre de la legislación estatal. "El anuncio ha superado incluso las expectativas. Ahora llega el momento de las celebraciones". Así definió Manolo Tomás, el líder de los antitrasvase, su alegría tras conocer la buena nueva.

Dos semanas después, la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, se entrevistará mañana con su homóloga de la Comisión Europea, Margot Wallstrom, con el borrador de decreto ley de derogación de la obra bajo el brazo. El texto, no obstante, aún tardará tres o cuatro semanas en pasar por el Consejo de Ministros.Ibarretxe inaugura el diálogo autonómico

El encuentro mantenido el jueves por el presidente del Gobierno vasco, Juan José Ibarretxe, y el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, cerró una etapa de falta total de entendimiento entre el Gobierno vasco y el central que se arrastraba desde hacía seis años.

Al anuncio de Rodríguez Zapatero en su investidura de que abriría una ronda de contactos con los presidentes autonómicos para discutir sobre las reformas estatutarias, correspondió el presidente del Parlamento vasco, el nacionalista Juan María Atutxa, proponiendo paralizar la tramitación del plan Ibarretxe para integrar en su discusión las propuestas del Partido Socialista de Euskadi.

Sevilla se comprometió ante Ibarretxe a agilizar las transferencias pendientes que completarían la aplicación del actual Estatuto, pero no logró que el lendakari retirara su controvertido plan. Este nuevo clima de diálogo se reforzará antes del verano con la entrevista entre el lendakari y Zapatero.Aires nuevos en los medios públicos

En la primera reunión del Consejo de Ministros, el Gobierno nombró a Carmen Caffarel como directora general de RTVE. También eligió ese mismo día al comité de asesores encargado de pensar un nuevo modelo para la televisión pública. Además, antes de hacer oficial el nombramiento de Caffarel, la que habría de ser la principal responsable del ente público había estado conversando con los que pronto serían la parte fundamental de su equipo.Por eso, el martes, apenas un día después de su toma de posesión, la nueva directora general procedió a nombrar a los principales miembros de su equipo, haciendo realidad la promesa de "regeneración ética" expresada en su primer discurso.La directora ha elegido a Fran Llorente como director y a Lorenzo Milá como editor y presentador del "regeneración ética"

Telediario de las 21.00 horas. Para RNE ha escogido a Pedro Piqueras, un extrabajador de la casa.