El presidente del Consejo Económico y Social (CES), Marcos Peña, dijo hoy que para alcanzar la tasa de paro del último trimestre de 2007 (8,6 %) es necesario crear 3,5 millones de puestos de trabajo en diez años. Durante la presentación de la Memoria sobre la situación socioeconómica y laboral de España en 2010, Peña afirmó que para generar empleo suficiente serán necesarios aumentos anuales del PIB superiores al 2 % o incluso del 2,5 %. El presidente del CES precisó que es "muy difícil" crear esa cifra, que supone un "reto de enorme magnitud", por lo que instó a "responder" a las instituciones. A pesar de que se han destruido unos dos millones de puestos de trabajo en tres años, Peña subrayó que, no obstante, "tenemos más país del que imaginamos", y aunque a menudo nos "deslizamos hacia el apocalipsis", dijo que España nunca ha estado mejor que ahora, ni hubo tanta gente trabajando, incluidos los jóvenes. Aunque auguró que en 2011 no se destruirá empleo, insistió en que la tarea para recuperarlo es "de tal magnitud" que "el país" debe dedicarse a ello de forma "exclusiva". Según la memoria del CES, en 2010 los costes laborales unitarios cayeron el 1,6 % respecto a 2009, lo que significa, a juicio de Peña, que se ha producido una moderación salarial "significativa" en un periodo marcado por el repunte de la inflación, menor consumo y, "por primera vez", una tasa negativa de crédito. Peña destacó que el presupuesto para infraestructuras ha bajado en España el 40,7 %, lo que, unido a que la construcción "está a casi al 50 % de lo que estaba en su nivel óptimo", ha repercutido en la convergencia regional, cuyo proceso de cohesión se ha ralentizado. Así, el futuro "deseado", es decir, una economía del conocimiento, "puede acentuar las divergencias interregionales en España en vez de las convergencias", subrayó. En este sentido, dijo que Andalucía ha sido la más afectada, aunque se une a "desarrollos contradictorios" como los avances en el ámbito sanitario. Según Peña, "vivimos peor", el 23 % de los ciudadanos está en el límite de la pobreza, sin embargo el sistema de protección social: Seguridad Social, Sanidad y Educación, "está aguantando". Añadió que a pesar de que la actual situación económica y de desempleo "justificaría una hegemonía del conflicto" las jornadas por huelga perdidas en 2010 fueron la mitad que en 2009 y los interlocutores sociales no han dejado de negociar, lo cual, dijo, "tiene mérito". No obstante, Peña auguró "tensiones" sobre la financiación de los sistemas de protección "en breve", empezando por el sistema de la sanidad. Respecto al copago sanitario consideró que "no hay que escandalizarse por nada" y que se debe llevar cualquier debate de forma razonable. A su juicio, el soporte financiero que provoca el copago es limitado, por lo que el déficit no se controlará por esta vía, y consideró que para ordenar mejor el sistema sanitario, los tratamientos, diagnósticos y nuevas tecnologías deberían tener un protocolo nacional. Además el sistema debería tener mejor coordinación, tanto "estructural" como de los profesionales sanitarios (que suponen el 40 % del gasto) y la gestión de compras, que debería ser centralizada.