Fin de una polémica. La comisión disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) archivó ayer la denuncia presentada por el ultraderechista sindicato Manos Limpias contra el juez Eloy Velasco, que dejó en libertad bajo fianza a la etarra Maite Aranalde, que está en busca y captura. El poder judicial sostuvo, con el voto en contra de un vocal, que la decisión del magistrado no tiene "relevancia disciplinaria".

Manos Limpias denunció a Velasco por negligencia profesional después de que Baltasar Garzón revocara su decisión de acordar la libertad bajo fianza de 12.000 euros de Aranalde y dictara su busca y captura tras constatar que había huido.

La Audiencia Nacional examinó este caso y concluyó que los dos jueces actuaron correctamente porque ambos realizaron una interpretación de la ley "correcta". Esta sede judicial también afirmó que la decisión de Velasco respondió a "criterios legales". Por ello, se negó a incoar diligencias contra este magistrado y remitió su examen al Consejo. La comisión disciplinaria asumió esta posición, aunque uno de los cinco vocales que la integran, mantuvo otra postura. El vocal José Manuel Gómez Benítez propuso la apertura de unas diligencias contra Velasco para analizar por qué este juez optó por rebajar la acusación.