Carme Chacón facilitó ayer el salto cualitativo que tendrá que hacer José Luis Rodríguez Zapatero y reconoció que el Ejército español no se encuentra en Afganistán en "misión de paz", sino "en un escenario altamente arriesgado de conflicto y guerra".

La ministra de Defensa acudió al Congreso con el objetivo de pedir autorización para enviar a 511 militares y 40 guardias civiles más al país asiático, donde en estos momentos hay 998 soldados desplegados. Todos los grupos parlamentarios, salvo el de IU-ICV, le dieron su apoyo. El Gobierno cuenta en esta misión con el respaldo del PP, que ayer perdió su principal argumento para criticar al Ejecutivo. "Dígale a la gente que allí hay una guerra", le había pedido en varias ocasiones el líder del PP, Mariano Rajoy, a Zapatero.

Ayer lo reconoció Chacón, el paso previo a que lo haga el propio presidente del Gobierno, que ayer anunció que comparecerá en el Congreso para informar sobre Afganistán. La ministra explicó que la de Afganistán es la "misión más dura, compleja y arriesgada" en la que ha participado España en su experiencia internacional.