El vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, no es partidario de que José Luis Rodríguez Zapatero comunique ahora su decisión sobre si optará a la reelección como presidente del Gobierno en las próximas elecciones generales. El dirigente socialista argumentó su postura al afirmar que, en la actual situación de crisis, no es conveniente, "pensando en la ciudadanía", que el PSOE esté "enfrascado" en un debate sucesorio.

En declaraciones a la cadena SER, Chaves recordó que Zapatero será el presidente del Gobierno hasta el final de la legislatura, y expresó su deseo de que repita como candidato. Según dijo, a lo que los socialistas y el Ejecutivo deben dedicarse ahora es a gobernar y a tomar medidas para afrontar las dificultades.

"DE BRAZOS CRUZADOS" El también ministro de Política Territorial calificó de "absolutamente inadmisible" el tono "despectivo" con el que el presidente del PP, Mariano Rajoy, se refirió el pasado martes a la sucesión de Zapatero. "Nos trae sin cuidado si el candidato es Zapatero, Pepiño en alusión a José Blanco, Rubalcaba o la Chacón ", dijo el líder popular. Chaves lamentó que Rajoy esté "en su tumbona tranquilamente fumándose un puro, viendo las cosas venir de brazos cruzados".

El ministro de Fomento, José Blanco, mientras, dijo que no pensaba responder a las provocaciones de Rajoy con su mismo lenguaje: "Le podría llamar Marianico, porque él a mí me llamó Pepiño, pero no lo voy a hacer". El apelativo utilizado constantemente por Rajoy trajo más cola ayer. El secretario de Comunicación de los populares, Carlos Floriano, aseguró que los populares no lo usan de forma ofensiva, sino de "manera cariñosa", y avisó: "quien se pica, ajos come".

Blanco dijo, además, que al presidente del PP "se le empieza a conocer como ni-ni, porque ni trabaja, ni colabora ni ayuda" a que España encuentre la vía para salir de la crisis económica.