Autonomía total para decidir. Eso es lo que el presidente del PSOE, Manuel Chaves, garantizó ayer al PSE para que no haya dudas de que las decisiones que adopte Patxi López sobre eventuales acuerdos de gobernabilidad en Euskadi no estarán determinadas por los intereses de la dirección nacional del partido, como ocurrió en Navarra en el 2007.

Consciente de que los nacionalistas critican la dependencia del PSE de la estrategia que marca la cúpula federal, Chaves aprovechó su presencia en la inauguración de la nueva sede de los socialistas vizcaínos, en Bilbao, para despejar cualquier sospecha sobre el margen de maniobra con el que contará López tras los comicios del 1 de marzo.

El presidente del PSOE dedicó buena aparte de su intervención a elogiar al PSE y a su candidato como adalid de un proyecto de futuro frente al de los nacionalistas, que es, dijo, un proyecto "antiguo, pasado, obtuso y cerrado".

Por otra parte, el presidente del PNV de Guipúzcoa, Joseba Egibar, advirtió a la izquierda aberzale de que no podrá construir una alternativa si continúa sin rechazar la violencia. En respuesta a la presentación, el sábado, de la plataforma D3M, investigada por la Fiscalía, Egibar preguntó al exlíder de Batasuna Arnaldo Otegi si cree que es posible crear una plataforma política "con o junto a ETA".

Durante el acto, celebrado en Zumaia y en el que también intervino el lendakari, Juan José Ibarretxe, una veintena de simpatizantes de Batasuna interrumpieron a los oradores con gritos de "PNV español". Ibarretxe reprochó a los aberzales sus intentos de "salir en los periódicos", y dijo que él no es "siervo de España ni tampoco de ETA".