El presidente francés, Jacques Chirac, telefoneó ayer a Zapatero y a la cancillera alemana, Angela Merkel, para analizar el conflicto de Oriente Próximo. Ante la pasividad de la UE, Chirac ha decidido tomar la iniciativa para atajar las hostilidades en el Líbano, antigua colonia francesa. La portavoz de la presidencia francesa, Jerome Bonnafont, dijo que Chirac, Zapatero y Merkel coincidieron en la necesidad de "aumentar la concertación y la acción europeas, en particular en torno a las gestiones" de Javier Solana, alto representante de la UE para la política exterior.

Los tres mandatarios también opinaron que "hace falta intensificar los esfuerzos en el Consejo de Seguridad con vistas a una toma de posición y una resolución" que ponga fin a las hostilidades entre Israel y la milicia chií de Hizbulá. Si Chirac habló con Zapatero, ni el Elíseo ni la Moncloa informaron al respecto.