La polémica suscitada por las cartas con las que ERC exige a los empleados de las consejerías que dirige, incluidos algunos que no son militantes del partido, ya ha creado un enfrentamiento en el seno del tripartito. El presidente de ICV y consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura, advirtió ayer de que Xavier Vendrell no puede compaginar su condición de secretario de la Consejería Primera con la de secretario de organización de Esquerra y persona que controla las finanzas del partido.

La respuesta no se hizo esperar: el secretario general de ERC, Joan Puigcercós, afeó a Saura que sea tan exigente cuando acumula "cuatro cargos en una familia", por los suyos y los de su pareja, Imma Mayol, y le tachó de irresponsable. Vendrell se reafirmó en la defensa de la carta financiera de ERC.

AUTODESTRUCCION La mañana empezó severa: Saura afirmó que el Gobierno catalán cuenta con una "capacidad de autodestrucción ilimitada" que hace que su obra quede en un segundo plano. En declaraciones a Catalunya R dio, el titular de Relaciones Institucionales consideró que Vendrell no puede compatibilizar sus responsabilidades en la Generalitat y en el partido y debe abandonar una de las dos. Poco después, el vicepresidente de Iniciativa Jordi Guillot expresó la posición del partido: si Vendrell fuera miembro de ICV, "estaría destituido".

La dirección de ERC reaccionó con dureza. Puigcercós compareció con Vendrell ante los medios de comunicación. Cuando el segundo era preguntado por lo que afirmó Saura, el número dos de Esquerra dijo que sería él quien respondería, y anunció que sería "prudente" en su réplica por tratarse de "un socio".

"Acumular cuatro cargos en una familia no le deja en situación de dar lecciones", advirtió, en alusión a la condición de Saura de presidente de ICV y consejero, y a la de vicepresidenta del partido y teniente de alcalde de Barcelona de su pareja, Imma Mayol. "No es una buena actitud. El sabrá", apostilló, tras afirmar que el ecosocialista se había comportado de forma "muy poco responsable". Puigcercós subrayó que ERC nunca ha atacado a los socios de gobierno ni a CiU cuando han estado en el centro de la polémica.

Vendrell defendió la política de financiación de Esquerra y el hecho de que compagine responsabilidades en el partido y en el Gobierno catalán. Se escudó en que nadie ha denunciado la presunta extorsión que se ha atribuido a los republicanos y aseguró que ERC recibe ataques por su posición ante el Estatuto catalán. También advirtió de que las ayudas de sus cargos permiten a ERC no depender de los "lobis" que, denunció, influyeron en la gestión de CiU.

Como ejemplo, expuso el pacto nacional de educación, mediante el cual Esquerra ha permitido que incluso "los pobres" cuenten con la sexta hora lectiva. En ausencia de Josep Lluís Carod-Rovira, no hubo reunión de la ejecutiva, sino del bloque institucional. Durante el encuentro se repartió un argumentario para que los dirigentes republicanos puedan replicar cuando les pregunten por las cartas que exigen los pagos al partido.

En el otro socio del tripartito, el PSC, las reacciones fueron algo distintas. El portavoz en el Parlamento catalán, Miquel Iceta, negó que exista una "conspiración maligna" contra Esquerra, reclamó que pida contribuciones sólo a sus militantes y le emplazó a "no atribuir a otros" sus problemas.

Mucho más comprensivo fue el consejero Joaquim Nadal, que dijo a COM R dio que no habrá "ningún tipo de investigación", dio por buenas las explicaciones de Vendrell y describió la cuestión como "una tormenta en un vaso de agua".

UN "REGIMEN DEL TERROR" Mientras, CiU, ante lo que considera un "escándalo de proporciones considerables", subió ayer el listón de sus exigencias. Los nacionalistas acusan a Esquerra de imponer un "régimen del terror" al exigir a los trabajadores de las consejerías que controlan que paguen al partido bajo amenaza de perder el empleo. Por eso, reclamaron ayer que se abra un expediente de inspección para saber a cuántas personas ha afectado la presunta extorsión y que se separe de forma cautelar a Xavier Vendrell de sus funciones como secretario general del consejero primero y, "por higiene democrática", su "inmediata destitución" en el momento en que se demuestren los hechos.

COMPARECENCIA La federación que preside Artur Mas formalizó ayer en el registro del Parlamento catalán la petición para que el consejero primero, Josep Bargalló, comparezca en la Cámara autonómica para dar explicaciones. El PP también pretende reclamar la comparecencia del consejero primero.

Los dos partidos de la oposición volvieron ayer a reclamar que la fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya tome cartas en el asunto. Felip Puig, vicesecretario general de CDC y portavoz parlamentario de la federación, aseguró que se han producido suficientes "alteraciones legales" para que la fiscalía actúe de oficio. Si la justicia no abre diligencias, CiU y PP anunciaron que serán ellos los que la instarán a que lo haga.