Se acumulan las condenas para los procesados por el caso Andratx , el más importante de los múltiples escándalos de corrupción que ensombrecen la gestión del PP en Baleares durante la presidencia de Jaume Matas. Quien fuera director general de Ordenación del Territorio de 1999 al 2003, Jaume Massot, sumó ayer otros cinco años de prisión por falsedad en documento oficial y prevaricación urbanística.

Según la sentencia de la Audiencia Provincial de Baleares, Massot tramitó, como funcionario del Ayuntamiento de Andratx (Mallorca), la licencia para la construcción de un restaurante en un área natural protegida. En estos momentos, el también exjefe de Urbanismo del consistorio mallorquín cumplía una primera condena de tres años y seis meses, impuesta el pasado mayo en el primer juicio por esta trama de corrupción municipal. Por si fuera poco, Massot fue también inhabilitado para empleo o cargo público durante ocho años y deberá pagar una multa de 12.000 euros.

CONSTRUCCION ILEGAL El constructor que se benefició de la obra ilegal, Juan Carlos Hidalgo --hermano del exalcalde de Andratx Eugenio Hidalgo--, fue condenado a un año y seis meses de prisión por falsedad documental, así como a otros tres meses de cárcel por prevaricación, al probarse que construyó el restaurante a sabiendas de su ilegalidad, aunque podrá eximirse de esta pena si paga 3.600 euros.

Por su parte, Eugenio Hidalgo, principal inculpado en el primer juicio por el caso, se libró de ver aumentada su pena de prisión actual (cuatro años), pero sí sumó siete años de inhabilitación para cargo público por prevaricación. En cambio, fue absuelto de los delitos de falsedad documental y contra la ordenación del territorio.

El rompecabezas que se esconde tras el urbanismo salvaje en el municipio mallorquín de Andratx se destapó en noviembre del 2006 y abarca 68 causas, entre delitos de prevaricación, falsedad documental, contra la ordenación territorial y la Hacienda pública, cohecho, tráfico de influencias y blanqueo de capitales. En estos dos años, el PP balear ha visto cómo, además, era condenado un exedil de Palma y dos exgerentes de compañías o consorcios públicos por malversación de caudales.