No se suman a la convocatoria pero tampoco presionan a sus asociados para que no acudan a la protesta de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT). Cinco colectivos que agrupan a víctimas de Andalucía, Cataluña, la Comunidad Valenciana, el País Vasco y a los que sufrieron el 11 de marzo denunciaron ayer la "mezcla interesada" del posible diálogo con la banda terrorista ETA y la investigación sobre los atentados del 11-M. Las dos cuestiones figuran en el lema de la concentración que la AVT ha convocado para el sábado en Madrid.

Los representantes de estos colectivos, Santos Santamaría, Juan Domínguez, Gorka Landáburu, Joaquín Vidal y Pilar Manjón, difundieron un manifiesto --consensuado después de muchas conversaciones-- para denunciar que personas "que no ostentan el reconocimiento oficial como víctimas del terrorismo se arrogan la representatividad que no les corresponde en nombre de la totalidad de un colectivo tan amplio".

Movidos por el objetivo de lograr que cese la división entre las víctimas del terrorismo, los portavoces de las cinco asociaciones de víctimas dejaron bien claro que aludían al presidente de la AVT, Francisco José Alcaraz, aunque no le mencionaron. "No ponemos nombres y apellidos pero sabemos muy bien de quién estamos hablando. No vamos a aceptar ninguna manipulación", declaró Landáburu.

SIN RECONOCER Alcaraz no tiene el reconocimiento de víctima que otorga el Ministerio del Interior porque está limitado a unos parentescos muy estrictos. Y ayer todos los que difundieron el manifiesto recordaron que ellos sí lo tienen pero que tampoco se consideran representantes de todo el colectivo. También recordaron que sus asociaciones solo aceptan a víctimas oficiales, a diferencia de la AVT. "No basta decir yo tengo tantos miles de socios . Es preciso que sea real", reclamó Juan Domínguez, presidente del colectivo valenciano. Pilar Manjón recordó que las víctimas "son tan plurales como la propia sociedad" y aseguró que ella "jamás preguntará a sus compañeros qué votan".

Además de denunciar la mezcla de intereses, negar la representatividad a Alcaraz y rechazar por "insultantes" algunas de sus frases "contra la sociedad española e incluso contra otras víctimas", los firmantes del manifiesto pidieron que ETA entregue las armas como condición para confiar en que el alto el fuego sea permanente y exigieron un cumplimiento estricto de la ley.

También reclamaron que los dirigentes de los partidos "se dediquen a la política" y las asociaciones de víctimas, a "asistirlas de forma integral como ocurre entre las víctimas reales del terrorismo en diferentes puntos de España". No quisieron pronunciarse de forma más explícita sobre la manifestación ni sobre la ruptura entre el PP y el PSOE. Landáburu recomendó "leer entre líneas".