Cinco responsables de prisiones testificaron ayer ante el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz que se sintieron "directamente" amenazados por el preso etarra José Ignacio de Juana Chaos al mencionar éste sus nombres en una carta, que publicó en diciembre el diario Gara. Añadieron que el texto contenía amenazas "veladas" y que les colocaba como objetivo de la banda terrorista ETA.

Los directores de las cárceles de Valdemoro (Madrid), Jaén y Puerto II (Cádiz), Jesús Eladio del Rey Reguillo, Manuel Martínez Cano y Antonio Diego Martín, así como el subdirector de la prisión de Málaga, Francisco Sanz, y el exdirector del centro penitenciario de Algeciras Miguel Angel Rodríguez, coincidieron con De Juana en las cárceles en las que estuvo recluido. En su declaración, afirmaron que actuaba como líder y portavoz del sector más radical del colectivo de presos etarras, hasta el punto de que ninguno de ellos se mueve si no es contando con el visto bueno del histórico terrorista.

Antes, Pedraz comunicó a De Juana, exintegrante del comando Madrid de ETA, su procesamiento por pertenencia a banda terrorista y amenazas por los escritos El escudo y Gallizo, publicados en Gara . El etarra se negó a declarar, se remitió a lo señalado en su comparecencia anterior ante el juez y señaló su disconformidad con su auto de procesamiento.

El nuevo proceso, instado por la Sala Penal de la Audiencia, evitó que el líder etarra fuera excarcelado el 3 de agosto al redimir parte de las penas, que sumaban 3.000 años, a las que fue condenado por su participación en diversos atentados.

CAMBIO DE HABITOS Según dijeron al término de las declaraciones tanto el fiscal como el abogado de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) Juan Carlos Rodríguez Segura, presentes en el trámite judicial, los cinco directivos habían reconocido haberse sentido amenazados, tanto ellos como su entorno familiar más cercano, a raíz de la publicación de los artículos.

Se trata, según las mismas fuentes, de amenazas no directas, derivadas del contenido de los artículos y de la actitud "chulesca y desafiante" que De Juana mantiene en prisión. Algunos de los funcionarios de prisiones señalaron que incluso tuvieron que cambiar de domicilio por las persistentes amenazas terroristas, que en algunos casos reconocen sufrir desde años antes de la publicación de los artículos en el periódico abertzale.

Tanto la Fiscalía como la acusación popular han ofrecido a los directivos la interposición de acciones penales por esos hechos, pero la mayoría de comparecientes las han rechazado por no saber evaluar económicamente los daños morales sufridos a raíz de los artículos escritos por el preso De Juana Chaos.