La guerra de Irak se convirtió en marzo en el segundo mayor problema para los españoles, tras el paro y por encima del terrorismo de ETA, según el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Al inicio del conflicto, el 40,2% de los españoles lo consideraban su principal problema, mientras que el 61,2% citaba el paro y el 39,9% se preocupaba por el terrorismo. La tensión bélica hizo que el 47,2% de los españoles tacharan de "mala" o "muy mala" la situación política, frente al 11,5% que la juzgó "buena" o "muy buena".