El fracaso del debate de investidura no lastra especialmente las expectativas del PSOE, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). El organismo público ha difundido este jueves su último barómetro, el primero llevado a cabo tras el intento de Pedro Sánchez de ser reelegido, y otorga a los socialistas una estimación de voto del 34,2%, justo el doble que la del PP (17,1%). Por detrás, Podemos y sus confluencias (15,5%), Ciudadanos, ya instalado en el cuarto lugar en todas las encuestas tras alcanzar el tercero en las generales del pasado 28 de abril (12,9%) y Vox (7,5%).

En el barómetro del pasado julio, el CIS colocó al PSOE con una intención directa del 41,3%, casi 30 puntos por encima del PP, que obtuvo un 13,7%. Muy cerca se situaba Unidas Podemos (13,1%), mientras Ciudadanos pasaba del tercer al cuarto lugar con un 12,3% y Vox lograba solo un 4,6%. Pero los datos de uno y otro estudio no son comparables, porque esta vez el organismo público, dirigido por el antiguo dirigente socialista José Félix Tezanos, ha vuelto a cambiar su metodología y ha echado mano de la llamada cocina demoscópica, en la que una práctica habitual en la que las respuestas de los sondeados se cruzan con variables como el recuerdo de voto, la estimación de los líderes políticos, la confianza que suscitan y la opinión de los ciudadanos sobre la situación actual, entre otros.

Los resultados del estudio recién publicado, en cualquier caso, no son fácilmente trasladables a la actual coyuntura. El CIS llevó a cabo sus casi 6.000 entrevistas entre el 1 y el 18 de septiembre, un periodo en el que el PSOE y Podemos llevaban a cabo un tímido e infructuoso intento de alcanzar un acuerdo, pero antes del anuncio de la repetición electoral. Por aquel entonces tampoco había anunciado Íñigo Errejón, antiguo número dos de Podemos, su presentación a las generales del próximo 10 de noviembre, un movimiento que trastoca el tablero en la izquierda, perjudicando las expectativas de los morados pero quizá también las de los socialistas.