La posición de CiU sobre la candidatura de José Bono a la presidencia del Congreso está clara, entre otras cuestiones porque tampoco hay alternativas. Pero la voluntad del presidente del grupo de CiU en Madrid, Josep Antoni Duran Lleida, de avalar al dirigente socialista choca con la oposición de la dirección de Convergència. Aunque no se cuestionarán las negociaciones de Duran con la cúpula del PSOE, algunos dirigentes convergentes quieren dejar claro, precisamente, que será una responsabilidad del líder democristiano. Si Duran aseguró ayer que Bono "puede ser un buen presidente del Congreso", el portavoz de CiU en el Parlamento catalán, Oriol Pujol, dejaba claro que Bono "difícilmente puede tener un voto positivo de CiU".

La federación nacionalista tomará la decisión formal sobre este asunto el próximo lunes, pero Duran es consciente de que la candidatura de Bono forma parte de una negociación más amplia que llevará a CiU a tener una vicepresidencia de la Mesa del Congreso.

UN BUEY MANSO Duran se desmarcó ayer de las palabras del portavoz del PNV, Josu Erkoreka, quien comparó a Bono con un "cabestro" que sería mejor tener aparcado en la Mesa del Congreso. Siguiendo la comparación, fue Bono quien señaló que ante ese calificativo no pensaba decir "ni mu". Duran no entró en el término taurino que Erkoreka, de hecho, utilizó de forma errónea, porque un cabestro, como saben los aficionados, significa todo lo contrario. El cabestro es un buey manso, castrado, que sirve de guía a las manadas de toros y que suele llevar un cencerro. En todo caso, Duran afirmó que, al margen de sus diferencias políticas, él no iba a compararlo con ningún animal y que nunca ha tenido problemas con Bono.

La actitud de Duran Lleida se vio avalada ayer por el BNG. Su portavoz, Francisco Jorquera, anunció que no vetará el nombre de Bono para presidir la Cámara baja, a diferencia de ERC, que anunció que votará en contra de la candidatura del exministro.