"Así de golpe no suena muy bien", respondió ayer Artur Mas ante las alternativas que el Gobierno baraja para cambiar el primer punto del primer artículo del Estatuto catalán nada más comenzar. Con todo, el líder de CiU dejó una puerta entreabierta a la espera de conocer las ocho propuestas de José Luis Rodríguez Zapatero para que Cataluña no sea definida como una nación.

Josep Lluís Carod-Rovira fue tajante: "Si no podemos definir quiénes somos y qué somos, el texto no tiene sentido". Avisó así de que, antes de aprobar "un mal Estatut", ERC preferirá retirarlo. El ponente de Esquerra Joan Ridao también cargó contra el uso de "eufemismos" u "otras expresiones que parecen sinónimos pero que, en realidad, no lo son". Sin embargo, el consejero jefe, Josep Bargalló, también de ERC, aceptó que "si en el Congreso alguien plantea otra fórmula que continue diciendo lo mismo, estamos dispuestos a hablar".

Tampoco el presidente de ICV, Joan Saura, se mostró conforme. "El término nación es irrenunciable". "No nos podemos pasar seis meses con ocurrencias", zanjó.