La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, pidió ayer a su homólogo Miguel Angel Moratinos que España acoja reclusos del penal de Guantánamo (Cuba). Clinton, al igual que ha hecho con todos los ministros de Exteriores europeos con los que se ha visto hasta ahora, reclamó la ayuda del Gobierno para poder desmantelar la herencia legal más lacerante de la era Bush.

Moratinos contestó que puede contar con la colaboración del Ejecutivo español, una decisión que el ministro ya había anunciado el día 4, 48 horas antes de que el vicepresidente de EEUU, Joe Biden, hiciera la solicitud general a toda Europa en la Conferencia de Seguridad de Múnich. "España está en principio dispuesta a colaborar en la acogida de algunos presos siempre y cuando las condiciones jurídicas sean aceptables .... Caso por caso", declaró Moratinos a su salida del Departamento de Estado, donde inauguraron, según sus palabras, "una nueva etapa" en las relaciones bilaterales.

Barack Obama firmó el 22 de enero un decreto que ordena el cierre en un año del centro de detención, donde permanecen 250 presos. La situación jurídica de los reos es tan variada y compleja que España y el resto de países dispuestos a ayudar a su cierre, están pendientes de la información legal que EEUU facilite sobre cada afectado, para ver qué estatus les pueden conceder.

MARCO EUROPEO En un principio, los socios de la Unión Europea tienen la voluntad política de determinar un marco jurídico común, aunque después cada país pueda negociar bilateralmente con Washington, según las peculiaridades legislativas de cada uno. Expertos europeos ya han celebrado algunas reuniones con los estadounidenses, y siguen pendientes de conseguir información de cada preso. La complejidad legal del caso es enorme. Una vez en Europa, ¿podrán esas personas moverse por los países que han firmado el Tratado de Schengen? ¿Podrán pedir la reagrupación familiar? ¿Quién les mantendrá?

Clinton y Moratinos también abordaron la situación actual en Afganistán, donde Washington quiere modificar su estrategia y aumentar el número de tropas para evitar que los talibanes sigan ganando cuotas de poder. El ministro de Exteriores afirmó que, una vez que los aliados decidan el nuevo camino a seguir, España, que actualmente ayuda en las tareas de reconstrucción y de seguridad, asumirá "su cuota de responsabilidad".