El sistema de seguridad creado en torno a los cinco presos de Guantánamo que acoge España tendrá una función de vigilancia, pero también de protección de los reos. En muchos casos hay sospechas de que durante su estancia en Guantánamo los presos colaboraron con los servicios de inteligencia de EEUU, a los que facilitaron datos sobre las células de Al Qaeda en las que estuvieron. El temor a represalias de sus antiguos correligionarios ha llevado al Gobierno a intentar integrar a los cinco presos con la máxima "discreción" para tratar de evitar que se sepa su nuevo paradero. En su vigilancia participará también el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).