El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) elaboró un informe para el Ministerio de Defensa en el que criticaba las malas condiciones en las que se hacía el transporte del personal militar hacia Afganistán. El informe fue cursado días antes de que se produjera el accidente del Yak-42 en Trebisonda (Turquía), en el que murieron 62 militares españoles y 13 tripulantes ucranianos, el 26 de mayo del 2003. Un mes antes, el Centro de Inteligencia y Seguridad del Ejército de Tierra (CISET) también había informado de las malas condiciones de los aviones contratados.

La existencia de esos dos informes fue desvelada ayer por El País e indujo a la secretaria general del Grupo Socialista, María Teresa Fernández de la Vega, a reclamar la dimisión del ministro de Defensa, Federico Trillo, por "haber mentido y ocultado información al Parlamento". La diputada socialista por Cádiz, María del Carmen Sánchez, que antes de la elaboración de los informes secretos había recogido la inquietud de los militares y se la había trasladado por escrito al ministro Trillo, solicitó ayer la desclasificación y remisión al Congreso de dichos informes. Sánchez no se extrañó de que Defensa siga ocultando información: "El ministro comenzó elogiando la calidad del Yak accidentado" y "acabó reconociendo 14 quejas sobre las malas condiciones de los aviones rusos y ucranianos".

VICTIMAS El presidente de la asociación de familiares de las víctimas del Yak-42, Carlos Ripollés, recordó que los informes fueron mencionados en una asamblea de familiares y consideró "lógico" que Trillo no los haya aportado al Congreso por ser secretos.