El PP y el PSOE se acusan mutuamente de ser los responsables políticos de la crisis institucional en la Comunidad de Madrid, pero no aportan ningún dato nuevo sobre la supuesta implicación de una trama de empresarios de la construcción en la deserción de los diputados socialistas Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez. Hoy se debatirán y votarán las conclusiones de populares, socialistas e Izquierda Unida, tras apenas un mes de investigaciones en la comisión de la Asamblea (Parlamento regional).

En las tesis avanzadas este fin de semana predominan los reproches políticos aderezados con las descalificaciones usadas por los portavoces en las ruedas de prensa ofrecidas.

El diputado del PP Antonio Beteta culpó de la crisis a José Luis Rodríguez Zapatero y a Rafael Simancas, a quien tildó de "delincuente" por acusar sin pruebas a Ricardo Romero de Tejada, secretario regional de los populares.

Para el PSOE, Romero de Tejada es el "capo", según palabras pronunciadas por Simancas, de la "trama político-inmobiliaria" que ha impedido un Gobierno de izquierdas en Madrid.

EL "ELEFANTE BLANCO"

El portavoz socialista Modesto Nolla, además de acusar a Romero de Tejada de mentir por ocultar a la comisión que cobraba de una empresa de fotocopias, le llamó "elefante blanco", en alusión al general Alfonso Armada, que iba a ocupar el poder tras el golpe 23-F. Nolla reconoció el "error" del PSOE por llevar en su lista a Tamayo y Sáez, aunque también descartó "razones políticas" en la traición.

En sus conclusiones, el PSOE vincula la paralización del recuento de los comicios del pasado 25 de mayo (del que era responsable la actual concejal popular Paloma García Romero, esposa del abogado José Esteban Verdes, amigo de Tamayo), con la puesta en marcha de la trama. Destaca el papel de los constructores Francisco Bravo y Francisco Vázquez, afiliados al PP, en dar cobertura a los traidores.

IU dice ser la única fuerza política que ha salido "limpia" de la investigación. Responsabiliza al PSOE por haber presentado como candidatos a Tamayo y Sáez, y al PP por "no asumir ni aceptar" que estaban al tanto de la traición de los dos tránsfugas.