El presidente del comité de ética del PP, el catedrático de Historia del Derecho Román Piña Homs, afirmó ayer que el expresidente del Gobierno balear, Jaume Matas, debería comparecer ante este órgano para ofrecer explicaciones sobre los casos de corrupción que están saliendo a la luz pública, al entender que él, igual que los máximos responsables de las consejerías implicadas, debe responder por quienes están directamente involucrados en dichos casos.

Preguntado en IB3 Ràdio sobre si Matas está limpio, Piña respondió: "¿Y quién lo está?". "No pongo la mano en el fuego por nadie", dijo a su vez la sucesora de Matas al frente del Partido Popular balear, Rosa Estaràs, con una contundencia muy significativa, pese a que fue la número dos de Matas.

Estaràs se refería a la trama de corrupción descubierta en el Consorcio de Desarrollo Económico de Baleares (CDEIB) cuando lo gestionaba Antònia Ordinas --que reconoció el sábado ante el juez haber cobrado comisiones ilegales a empresas y la policía halló más de 200.000 euros enterrados en su jardín-- y era conseller de Industria Josep Joan Cardona, al que Piña también quiere ver ante el comité de ética del partido. Precisamente, Cardona negó ayer su participación en la trama del CDEIB.

Pero el goteo de presuntos casos de corrupción que acechan al PP de Baleares no se acaba en los que afectan directamente al Gobierno de Matas. Ayer, la Guardia Civil detuvo a dos personas en la operación Pitiusa, en relación con una trama de corrupción que se desarrolló entre 1998 y el 2007 en el Ayuntamiento de Sant Josep (Ibiza), hasta el año pasado en manos del PP. Los detenidos son Antonio Julián H. C., hijo del exarquitecto municipal, y su pareja, también arquitecta, María del Pilar F. P. Los hechos investigados hacen referencia a un presunto delito de tráfico de influencias en el caso de la urbanización ilegal de Cala Molí.