Todos los partidos condenaron el atentado de Llanes, aunque el PP, a través de su presidente en el País Vasco, Carlos Iturgaiz, acusó al Ministerio del Interior de "ser un esperpento" y de dejar la lucha antiterrorista en manos "inexpertas e incompetentes".

La comisión ejecutiva federal del PSOE expresó la "condena más rotunda" y añadió que, ante "la lamentable repetición de hechos criminales de esta índole" en los últimos días, la respuesta más eficaz de los partidos democráticos es garantizar la cohesión y la unidad contra los violentos.

El Gobierno vasco expresó su "condena y repulsa" y advirtió a la banda de que no conseguirá acabar con los ideales de la sociedad porque "la paz no depende de concesiones". Envió también un mensaje de afecto y solidaridad del pueblo vasco a los vecinos de Llanes y a la sociedad asturiana: "Como ayer con los de Cantabria, hoy todos somos asturianos".

Por su parte, el PNV expresó su repulsa por el atentado y consideró que el objetivo de la banda terrorista ETA es "hacerse propaganda", por lo que sus acciones "no merecen ser valoradas, sino para mostrar solidaridad con los afectados". Eusko Alkartasuna condenó el atentado y exigió a ETA que "respete la voluntad mayoritaria de la ciudadanía vasca, que se ha manifestado reiteradamente en contra de este tipo de actos".