El Tribunal Supremo anuló ayer la condena de 22 años de cárcel impuesta por la Audiencia Nacional a Ander Arrillaga por falta de pruebas. Por contra, el alto tribunal mantiene la condena de 22 años de cárcel para los otros cuatro acusados de atacar con cócteles molotov un vehículo de la Ertzaintza en Portugalete (Vizcaya), en agosto del 2001. Por ello, la Audiencia les condenó por dos asesinatos terroristas en grado de tentativa y por un delito de daños.