La Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado a cuatro años de cárcel al que fuera sicario de los GAL en la década de 1980 Daniel Fernández Aceña por delito de autocapacitación terrorista, tras publicar contenidos en las redes sociales de tipo radical y manifestar su intención de inmolarse en un autobús de Segovia.

En la resolución, los magistrados explican que se le impone la pena por encima del tramo medio dada la “peligrosidad del sujeto” ya que en el pasado fue condenado por un delito de asesinato relacionado con la organización terrorista de los GAL, así como por su afición a las armas y a los explosivos, lo que llevó a entregar en mano unas balas a una de las trabajadoras del Centro de Salud Mental Amanecer «a modo de advertencia».

Según los magistrados, el acusado desarrollaba una importante labor de autocapacitación o autoformación, guardando y publicando mensajes en las distintas redes sociales, entre los que caben destacar aquellos que defienden la ideología del Estado Islámico verbalizando con personas de su entorno la intención de inmolarse y de acceder al paraíso. De hecho, continúa la Sala, intervenía en diversos foros en los que se enaltecía la yihad y el martirio, defendiendo a los muyahidines.