La Audiencia Provincial de Murcia ha condenado a tres años y medio de prisión a un agente de la Guardia Civil destinado en el cuartel de la localidad costera murciana de Águilas que estafó a cinco personas, a las que ofreció diferentes bienes muebles que iban a ser subastados judicialmente. La sentencia declara como hechos probados que este agente, "en fecha indeterminada, pero, al menos, desde 2006, y abusando de su condición de guardia civil y de la confianza que ello generaba en la ciudadanía, se ofreció como mínimo a once personas para proporcionarles bienes como vehículos y ordenadores que iban a ser subastados". El agente consiguió así la entrega de dinero por parte de los perjudicados, quienes "confiados en el cargo que desempeñaba, le entregaron las sumas solicitadas para que los inscribiera en la subasta judicial". Tras recibir el dinero, el acusado nunca llegó a entregarles los bienes prometidos, e incluso "continuó con su actividad después de ser denunciado y detenido y de prestar declaración como imputado por estos hechos". La sala añade al respecto que en septiembre de 2010 el ahora condenado estableció contacto con uno de los perjudicados "y, utilizando el mismo ardid, le exigió la entrega de 8.100 euros por la futura entrega de una camioneta, que nunca llegó a ser librada, y aquél creyó el engaño del acusado precisamente por la confianza que le inspiraba la condición de agente de la Guardia Civil". Al fijar la condena en tres años y seis meses de prisión, con multa de nueve meses con una cuota diaria de tres euros, la Audiencia tiene en cuenta la agravante de que el acusado se prevalió de su condición de funcionario público y la atenuante de que ha abonado parte del dinero que le entregaron a algunos de los perjudicados. La sala rechaza la atenuante de ludopatía alegada por su defensa, dado que estima que esta no ha quedado demostrada.