El Tribunal de Cuentas ha condenado a los hijos del exalcalde de Marbella Jesús Gil a devolver 105 millones por la gestión de su padre en una sentencia que estima una demanda de responsabilidad contable interpuesta por la Fiscalía en noviembre de 2005, a la que se adhirió tres años más tarde el Ayuntamiento. El tribunal declara la transmisión de la responsabilidad contable del exalcalde a sus herederos por los daños causados a los fondos públicos del Ayuntamiento como consecuencia de las irregularidades contables que tuvieron lugar entre 1994 y 1999. Al haber aceptado la herencia de su padre, los cuatro hijos de Gil lo suceden "en todos sus derechos y obligaciones", señala el tribunal, a pesar de que los representantes legales del exalcalde, al fallecer éste, solicitaron al Tribunal de Cuentas que lo apartara del proceso por el que ese organismo lo había emplazado a reintegrar las cantidades no justificadas. La sentencia, contra la que cabe recurso de apelación, se refiere a las transferencias realizadas a las sociedades municipales Contratas 2000, Compras 2000, Suelo Urbano 2000 y Control de Gestión Local, señala el periódico. El tribunal explica que existe constancia de que los fondos salían del Ayuntamiento, pero no de que los mismos ingresaran en la sociedad municipal a la que iban destinados, ni que dichas transferencias se efectuaran en base a justificación alguna. El exteniente de alcalde Pedro Román ha sido condenado a pagar al Ayuntamiento 41,8 millones de euros más los intereses correspondientes, que suman en la actualidad 24,2 millones, mientras que al exalcalde Julián Muñoz se le condena por 10,3 millones más 5,2 millones de intereses.