El futuro del controvertido locutor radiofónico Federico Jiménez Losantos como figura estrella de la COPE no se decidirá de inmediato, sino que se abordará en la próxima sesión de la asamblea plenaria de los obispos españoles prevista para noviembre.

La semana pasada el asunto se discutió en el comité ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española (CEE), y ayer, dos días después de que el comunicador fuera condenado a pagar 36.000 euros de multa por injurias graves al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, fueron los 23 obispos que integran la comisión permanente quienes debatieron la cuestión. La mayor parte de los presentes se mostraron contrariados por la reiterada vulneración del ideario de la cadena por parte del locutor, que se confiesa "agnóstico".

A pesar de ello no se trasladó ningún mandato al consejo de administración de la cadena para que le rescinda un contrato que recientemente fue renovado por un año más. El sentir de la mayoría de los prelados, a los que se han sumado destacados representantes del ala dura del episcopado, es ahora más diáfano. Fuentes próximas a los reunidos lo resumieron con un "esto no puede seguir así".

El locutor se enfrentará en breve a dos nuevas querellas por presuntas injurias contra las fuerzas de seguridad del Estado encargadas de investigar el 11-M y contra el exjefe de los TEDAX, Juan Jesús Sánchez Manzano, debido a sus críticas sobre la investigación de los atentados islamistas en Madrid.

PASTORAL SOBRE CIUDADANIA La comisión permanente de la CEE está discutiendo también un escrito sobre Educación para la Ciudadanía. De aprobarse la pastoral, es muy probable que el conflicto en torno a la asignatura centre parte de una reunión que tendría lugar próximamente entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el de los obispos, Antonio María Rouco Varela.