El Congreso aprobó anoche, con los únicos votos en contra de Izquierda Unida (IU), Iniciativa (ICV) y Esquerra Republicana (ERC), el envío de otros 220 militares a Afganistán que mejorarán las condiciones de seguridad de las tropas españolas destinadas en el país asiático, hace ya casi ocho años. No fue una sesión fácil para la ministra de Defensa, Carme Chacón, quien aseguró que "vamos más", pero "para regresar antes". La ministra escuchó duras criticas de la oposición en torno a la "frivolidad", en palabras de la diputada del Partido Popular Beatriz Rodríguez-Salmones, con la que se trataba un tema tan delicado.

A pesar de que Chacón contó con el apoyo de la mayoría de los grupos para incrementar la presencia militar en Afganistán, quedó patente que cada grupo parlamentario analiza el conflicto de forma dispar. La oposición coincidió en calificar el conflicto como una guerra, sin temor al término, en criticar a la ministra por "hurtar el debate sobre la misión" y en advertirle de que o se explica bien el conflicto o la sociedad empezará a no entender lo que las tropas españolas hacen en el lejano país. Gaspar Llamazares (IU) fue el más contundente: "No están ustedes salvando al mundo en Afganistán, porque allí ya no quedan talibanes. Están alimentando el caldo de cultivo del terrorismo".

INFORME McCHRYSTAL Las referencias al inminente informe del general Stanley McChrystal, comandante de la ISAF, que debe precisar cuántos militares adicionales precisa, fueron constantes. Chacón se negó a entrar en discusiones "estériles" sobre la definición de una misión que el Gobierno insiste en llamar "de paz". La ministra recordó la "peligrosidad" que soportan las tropas, reiteró que la seguridad de los afganos repercute en la tranquilidad de los españoles y subrayó las dificultades de una tarea que sigue lejos de su fin ante una insurgencia que gana territorio y adeptos. Por eso, Chacón admitió "graves errores" de las tropas extranjeras, reconoció la necesidad de redefinir la estrategia y citó los bombardeos que tantas bajas civiles han provocado en el país como el más grave de los errores. "Nuestros soldados anteponen la seguridad de los civiles a la suya, y así seguirá, porque estamos para eso".