El Congreso de los Diputados aprobó ayer por abrumadora mayoría --311 votos a favor y 19 en contra-- la ley orgánica que autoriza la ratificación de la Constitución europea, tras un debate intenso en el que José Luis Rodríguez Zapatero reclamó una "nueva señal positiva" de España a Europa después de la victoria del en el referendo del 20 de febrero.

El presidente no consiguió persuadir a sus aliados parlamentarios, IU-ICV y ERC, de que apoyaran el Tratado, circunstancia que aprovechó el líder popular, Mariano Rajoy, para atacar al Gobierno por no poder asegurar sin el auxilio del PP la "mayoría que el decoro de esta ley reclama". Joan Herrera (IU-ICV) dejó claro que su partido no votaba contra Zapatero ni contra Europa, sino de un tratado carente de contenido social.

SIN SORPRESAS No hubo sorpresas. Los grupos parlamentarios mantuvieron sus posiciones sobre la Carta europea. PSOE, PP, CiU y Coalición Canaria votaron a favor, cada cual con sus matices. En contra lo hicieron los independentistas catalanes, IU y el Grupo Mixto (BNG, EA, CHA y Nafarroa Bai). La ley, por su carácter de orgánica, requería de mayoría absoluta. Los socialistas reunían esos apoyos con los nacionalistas catalanes y canarios, sin necesidad del PP. Sin embargo, Rajoy centró buena parte de su intervención en subrayar que el voto favorable de los populares era necesario para dar categoría a la victoria del .

"El Gobierno desnuda su debilidad. Una vez más se muestra menesteroso, y una vez más su ánimo se reconforta con la seguridad de que el PP es fiel a sus convicciones", dijo.

"NUBARRONES" El líder popular avisó sobre los "nubarrones" que planean sobre el Tratado por la posible victoria del no en el referendo francés, e ironizó que puede haber un cambio de tendencia porque Zapatero irá al mitin de cierre de la campaña.