Los portavoces de los grupos del Congreso acordaron ayer, en una reunión con el presidente de la Cámara, José Bono, celebrar plenos durante las llamadas "vacaciones parlamentarias" de enero y julio, incluida la celebración de sesiones de control al Gobierno en esos periodos, en un pacto que se cerró por unanimidad.

El acuerdo supondrá en la práctica "normalizar" la actividad de la Cámara baja durante los dos meses inhábiles marcados por la Constitución, que determina en su artículo 73 que los periodos ordinarios de sesiones comprenden de septiembre a diciembre y de febrero a junio.

Descartada la posibilidad de reformar la Carta Magna, el pacto abre la vía para que los diputados puedan acudir al menos a una sesión plenaria en enero y a dos, en julio. También en el Senado se alcanzó un pacto similar.