La investigación ordenada por la presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, sobre las supuestas escuchas telefónicas denunciadas por el PNV está casi terminada y en ella se concluye que no existen anomalías en las líneas telefónicas de los despachos de los diputados nacionalistas, según dijeron fuentes parlamentarias y policiales.

El portavoz parlamentario del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, reveló la semana pasada que había pedido a la Cámara baja una investigación de sus líneas porque los diputados nacionalistas habían percibido ecos en sus conversaciones telefónicas y que sus palabras se repetían al hablar. Anasagasti aseguró que era un caso de escuchas cuya autoría atribuía al Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el antiguo Cesid.

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Nada más recibir el escrito, la presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, encargó a los servicios policiales del Congreso una investigación de las líneas telefónicas del PNV para aclarar el origen de esas anomalías.

Eso sí, al día siguiente de la denuncia el vicepresidente primero del Gobierno y ministro de la Presidencia y Portavoz, Mariano Rajoy, quiso dejar claro que el CNI no ha realizado ningún "tipo de escucha a ninguna fuerza política democrática" desde que el PP alcanzó el poder, en 1996.

La investigación ha incluido una revisión de las líneas telefónicas, con un examen en el que suelen emplearse medios de inspección electrónica para saber si ha habido sobrecargas, averías o intervenciones en las mismas. La conclusión es que no existen anomalías, y estos días se rematará la redacción del informe y se comunicará al PNV.

Ayer al mediodía, el portavoz del PNV no había recibido aún comunicación del Congreso sobre su denuncia, aunque no se extraña del resultado del informe. "¡Qué van a decir! Me podría imaginar lo que iban a decir".

Anasagasti, contra quien Defensa se plantea querellarse por culpar al CNI, se reserva la opción de exigir más explicaciones, aunque no hará nada hasta recibir respuesta formal de Rudi.