El pleno del Congreso de los Diputados ratificó ayer por amplia mayoría la reforma del Plan Hidrológico Nacional (PHN) que abolió el trasvase del Ebro. El PP se mantuvo como solitario defensor de la polémica obra. Perdió por 188 votos contra 135 y 3 abstenciones. Ahora solo queda el trámite del Senado.

La supresión del trasvase fue una de las primeras decisiones del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. El 18 de junio del año pasado aprobó las modificaciones del PHN a través de un real decreto por razones de urgencia. Había que parar las obras que ya estaban en marcha, pero ante las críticas de falta de legitimidad democrática lanzadas por el PP, que habló de "decretazo", la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, se comprometió a tramitar a posteriori el documento como proyecto de ley.

Han pasado unos meses y el texto legal superó ayer el trámite del pleno del Congreso. El debate no alcanzó ni el nivel ni la virulencia de otras veces. Fue como agua pasada. Ni siquiera se levantaron a aplaudir el resultado de la votación los antitrasvase que habían acudido de claca. Narbona destacó el "amplio apoyo y consenso" recibido.