El Congreso celebra hoy su homenaje anual a las víctimas del terrorismo que, a diferencia de otros años, sí contará con la presencia de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) que ha aceptado el compromiso del presidente de la Cámara, Jesús Posada, de que el año próximo se dará voz a las víctimas.

Posada ha confirmado que se buscará una fórmula para que el año que viene los representantes de las víctimas puedan tomar la palabra en el homenaje parlamentario, tal y como había reclamado de forma reiterada la presidenta de la AVT, Ángeles Pedraza.

"Lo que ocurre es que no pueden hacerlo en el hemiciclo. Buscamos una fórmula para que el acto, siguiendo la misma solemnidad, en vez de ser en el hemiciclo sea en otra sala del Congreso, y que puedan intervenir al año que viene", ha explicado.

El presidente del Congreso se ha mostrado partidario de que la sesión solemne se desarrolle en otro formato, no en el salón de plenos, para que en 2014 pueda tomar la palabra la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo (FVT), Mari Mar Blanco, en representación de todos los colectivos de víctimas.

Además de la AVT, y los portavoces de grupos parlamentarios, han anunciado su asistencia al homenaje de hoy el delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo; la consejera vasca de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia; y el secretario de Paz y Convivencia del Gobierno Vasco, Jonan Fernández.

Por contra, el portavoz de Amaiur en el Congreso, Xabier Mikel Errekondo, ha avanzado que la formación abertzale no acudirá al considerarlo un acto "parcial" que no tiene en cuenta "todo el abanico de víctimas, no sólo las de ETA".

La sesión solemne de homenaje a las víctimas del terrorismo comenzará a las 13.00 horas con un discurso de Jesús Posada, seguido de un minuto de silencio.

Una vez finalizado el acto en el hemiciclo, los diputados, senadores y autoridades del Estado mantendrán un encuentro con los representantes de las víctimas del terrorismo, que tendrá lugar en el Salón de Pasos Perdidos.

La declaración del 27 de junio como día de las víctimas del terrorismo fue acordada unánimemente por el Congreso en el año 2010.

Se eligió esta fecha para recordar a la niña Begoña Urroz, asesinada el 27 de junio de 1960 en la explosión de una bomba en la estación donostiarra de Amara, y que está considerada la primera víctima mortal de la banda terrorista ETA.

En 2010 se celebró el primer homenaje solemne en el salón de plenos del Congreso, con asistencia de los Reyes.