El Congreso de los Diputados aprobó ayer, con la única abstención de los dos diputados de IU-ICV, Gaspar Llamazares y Joan Herrera, la autorización al Ministerio de Defensa para el envío de un contingente militar de hasta 395 efectivos a las costas de Somalia en el marco de la operación europea de lucha contra la piratería que opera en esas costas. Mañana viernes ya zarparán en dirección a Somalia los primeros 200 militares que participarán en la operación, sumándose a los 70 que ya están desplazados a la zona.

Los medios materiales de los que contarán son una fragata, un avión de patrulla marítima y un buque de aprovisionamiento logístico. El coste de esta dispositivo es de entre 3,7 y 5,1 millones de euros mensuales.

"CRUELES Y DESALMADOS" La ministra de Defensa, Carme Chacón, justificó la implicación militar española por la gravedad de la actuación de los piratas, a los que describió como "crueles y desalmados" y que han atacado y secuestrado, entre otros, a barcos atuneros españoles. Chacón añadió que disponen de armamento sofisticado y contactos con el tráfico de armas y drogas y la explotación sexual, así como relaciones con grupos integristas. Según datos citados por la ministra, el año pasado se produjeron 111 ataques de piratas en el golfo de Adén. La ministra, además, detalló que la amenaza afecta al conjunto del tráfico marítimo, tanto el que se dedica a la distribución de ayuda humanitaria, como el pesquero o el petrolero.

La participación española se enmarcará en la operación Atalanta de la UE, aprobada el pasado 8 de diciembre y en la que participan diversos países, entre ellos Grecia, Gran Bretaña, Francia y Alemania. A mediados del mes de abril, y durante un cuatrimestre, España asumirá el mando de la operación, coincidiendo con la mayor actividad de la flota pesquera frente a las costas de Somalia.

Los grupos parlamentarios dieron su apoyo a la misión, si bien la mayoría subrayó que el problema de fondo no radica tanto en la costa como en tierra firme de Somalia, y en el Estado fallido en que se ha convertido ese país africano.

Tanto el Partido Popular como CiU reclamaron, además, al Gobierno una mejor gestión de este tipo de autorizaciones de envío de tropas.

FALTA DE DATOS La portavoz de Defensa del PP, Beatriz Rodríguez-Salmones, lamentó que la ministra ofrezca una información previa "insuficiente" sobre las misiones. Por otra parte, la portavoz popular se mostró favorable a un posible incremento de tropas en Afganistán. Conxita Tarruella (CiU) lamentó que no exista un protocolo para que las Cortes autoricen desplazamientos de tropas, porque pueden depender del "capricho" del Gobierno. Gaspar Llamazares (IU-ICV) basó su abstención en que, a su juicio, no se puede dar una respuesta militar a la piratería como si fuera una guerra. Llamazares interrogó a la ministra sobre la seguridad de los soldados.

La anécdota del debate la protagonizó la portavoz popular, quien pidió "a Dios que proteja al nuevo presidente" norteamericano, Barack Obama, y le conceda el acierto.