La calma y la normalidad han dominado en el Congreso en las horas previas a la protesta que llama a "asediar" hoy la Cámara Baja, en una jornada sin pleno, pero que contará con un despliegue policial -1.400 antidisturbios- más amplio que otras ocasiones en previsión de incidentes.

Entre los políticos se han multiplicado los llamamientos para que la convocatoria de la plataforma "En Pié" se desarrolle de forma pacífica y sin actos violentos, que no estarían amparados por los derechos de manifestación y reunión.

El presidente del Congreso, Jesús Posada, que acudirá hoy con normalidad a la Cámara, confía en que "no ocurra nada" porque cree que "no hay ningún motivo para actuar violentamente en las calles" y "una cosa es el derecho de manifestación y la libertad de expresión" y otra "los actos violentos que puedan producirse para saltar o asediar el Congreso".

En cualquier caso, 1.400 agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP), los antidisturbios, se desplegarán en el centro de Madrid en un operativo de seguridad que será superior al diseñado para otras convocatorias de la plataforma del 25S ante la sospecha de que acudan grupos radicales con el ánimo de reventar la protesta.

De hecho, la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha advertido de que esta convocatoria "llama a la violencia", por lo que los ciudadanos que quieran sumarse a ella deben ser conscientes de dónde van.

La protesta en esta ocasión es diferente, según Cifuentes, ya que esta vez se habla de "asedio" y de manifestarse "por un tiempo indefinido hasta que caiga el Gobierno".

A estas advertencias se suman las del presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, que ha manifestado que el "asedio al Congreso" convocado "se descalifica por si mismo" porque, entre otras "provocaciones", se pretenden repartir "manuales de guerrilla callejera" incitando a una subversión "que no se puede consentir".

De momento, en el Congreso, los ánimos están más que calmados y los diputados confían en que no haya incidentes en un día en el que, además, la Cámara funcionará "a medio gas", ya que no hay sesión plenaria, sólo se reúnen dos comisiones -la de Industria y la de Educación y Deporte- y únicamente hay convocadas tres ruedas de prensa, del PSOE, ERC y UPyD.

La portavoz del PSOE, Soraya Rodríguez, lanzaba ayer un llamamiento para que la protesta se desarrolle de forma "pacífica", mientras el portavoz de IU, José Luis Centella, ha dejado claro que su grupo "no tiene nada que ver" con la convocatoria, aunque sí apoya cualquier manifestación o protesta pacífica contra la situación económica actual.

Además del amplio dispositivo policial previsto para la ocasión, el Congreso de los Diputados ya cuenta con protección adicional desde el pasado mes de julio, cuando se instalaron unas vallas metálicas en sus alrededores que se despliegan o se recogen en función de si hay algún acto de protesta previsto en las cercanías.