El 21 de mayo las Cortes españolas vivirán una circunstancia inédita: su constitución se hará posible esta legislatura con el voto de tres diputados presos en el Congreso y un senador en idéntica situación. Eso, después de que el Tribunal Supremo les haya autorizado a abandonar la prisión esa jornada para poder tomar posesión de sus escaños, obtenidos en las últimas elecciones generales.

Así, lo previsto es que Jordi Sánchez, Josep Rull y Jordi Turull, de JxCat, y Oriol Junqueras, de ERC abandonen la madrileña cárcel de Soto del Real a primera hora de la mañana del próximo martes para viajar hasta el Parlamento, mientras que el senador republicano Raül Romeva será conducido al Senado. Llegarán en vehículos camuflados a los garajes de sendas Cámaras antes de las 10 horas, según fuentes parlamentarias. Aparcados los coches en que viajen serán conducidos a las comisarías de estas instituciones, donde se realizará el cambio de custodia de la Guardia Civil, encargada de la seguridad del traslado, a la Policía Nacional, responsable de velar estas sedes.

A continuación, Junqueras, Sánchez, Rull y Turull serán trasladados al hemiciclo. Casi con toda seguridad, sin esposas. Allí se intentará que se sienten juntos "por cuestiones de seguridad", en unos escaños que el resto de los electos podrán ocupar a su antojo hasta que se haya repartido, días después, los espacios entre los grupos. Lo mismo sucederá en el Senado, si no hay sorpresas. Estarán vigilados durante las tres o cuatro horas que se espera duren los Plenos en los que se elegirán las nuevas Mesas de las Cámaras. Ellos también votarán su composición y jurarán o prometerán como diputados o senadores. Una vez concluida la sesión, tendrán que ser devueltos de forma inmediata a prisión, tal y como indica el auto del Supremo.