Aprobado en el Congreso durante un pleno en el que el actor Willy Toledo y cinco activistas prosaharauis acabaron detenidos por gritar en el hemiciclo "¡diputados chorizos!", el texto de ayer es similar al que aprobó la semana pasada el Parlamento Europeo y el miércoles el Senado, con una condena --sin mencionar a ninguna de las partes-- de los incidentes violentos durante el desalojo, el 8 de noviembre, del campamento reivindicativo de Gdeim Izik, situado a las afueras de El Aaiún. A pesar de su tibieza, fue suficiente para sublevar a Marruecos. Tras ser aprobado con los votos de todas las fuerzas de la Cámara baja --salvo ERC, que se abstuvo--, el Gobierno del país magrebí anunció que iba a "reexaminar el conjunto de sus relaciones con España en todos los ámbitos".

La moción del Congreso, presentada por IU-ICV y enmendada por un PSOE que ha endurecido ahora su discurso sobre la reciente crisis en la antigua colonia española, "se caracteriza por su hostilidad hacia Marruecos" y "contiene expresiones antimarroquís que son inaceptables", declaró en rueda de prensa el ministro de Comunicación del país magrebí, Jalid Naciri.

Poco después, en declaraciones a este diario, Naciri sostuvo que el documento supone "un segundo golpe a Marruecos" tras la resolución de la Eurocámara, que también motivó que el titular marroquí de Exteriores, Taieb Fassi-Fihri, reprendiera el miércoles a este órgano de la UE. Y el mal clima se vivirá hoy de nuevo, con la reunión del Parlamento del país magrebí, para examinar el documento del Congreso de los Diputados.

LA PREOCUPACION Más allá de la condena genérica a lo ocurrido en el campamento, el escrito de la Cámara baja insta al Gobierno a "expresar a las autoridades marroquís su preocupación ante las informaciones sobre violaciones de derechos humanos en el Sáhara", y califica al Frente Polisario de "legítimo representante del pueblo saharaui", pero no exige una investigación de la ONU, algo que sí hacía la resolución de la Eurocámara.

"Mi grupo no comparte la manera en que ha sido gestionada esta crisis por parte de las autoridades marroquís", dijo la diputada Elena Valenciano, representante de un PSOE acusado de haber sido demasiado amable con el país magrebí. "¿Qué más tiene que pasar? Basta ya de poner en la misma balanza a agresores y agredidos", señaló la ecosocialista Núria Buenaventura, impulsora de la moción. El PP, a través de su portavoz parlamentaria, Soraya Sáenz de Santamaría, pidió al Gobierno que "actúe en consecuencia" en la defensa de los derechos humanos.

Fue un debate tranquilo. La agitación se vivió en la tribuna de invitados, donde el actor Willy Toledo y otros cinco activistas prosaharauis fueron detenidos por insultar a sus señorías y, después, acusados de "perturbar gravemente el orden", comportamiento sancionado con penas de seis meses a un año de cárcel. Los seis pasaron cuatro horas en una comisaría, donde se negaron a declarar. Acabaron en libertad con cargos.