Apenas 12 días antes de que finalice la legislatura, el Congreso de los Diputados dio luz verde al último decreto de reforma laboral que suspende durante los próximos dos años el artículo 15.5 del Estatuto de los Trabajadores para permitir encadenar contratos temporales sin límite y sin que obligatoriamente se conviertan en indefinidos.

La aprobación, solo con los votos del PSOE (166), apenas tuvo oposición (15 votos de los partidos minoritarios y del exlíder de CCOO, Antonio Gutiérrez). La abstención de PP y CiU (157 votos) actuó de vaselina para una medida criticada por los sindicatos por "engañosa , ya que consideran que no creará empleo pero bajará la contratación indefinida. Ayer la CEOE guardó silencio, pero cuando el Consejo de Ministros aprobó el decreto, el pasado 26 de agosto, lo recibió con escepticismo y pidió más flexibilidad en la contratación a tiempo parcial. El PP anunció que, si gobierna, lo derogará pasado el plazo fijado y justificó su abstención por su sintonía con el PSOE en preservar la "unidad de mercado". Este fue el motivo por el que CiU y PNV retiraron su apoyo al Gobierno. Carles Campuzano denunció que cuando se unen los partidos mayoritarios estatales, las autonomías pierden libertad para tener su propia negociación colectiva.